
Ya hemos contado
a lo largo de las publicaciones cuáles son algunos de los pasos a seguir para
conseguir que nuestra película, idea o guion comience a ver la luz del día. Sin embargo, es evidente que
conseguir el dinero necesario para poder llevar adelante una producción
audiovisual, es una de las tareas más difíciles.
Entre los
distintos tipos de financiación que podemos encontrar en el sector audiovisual
Español, tenemos las ayudas económicas estatales, como las entregadas por el Instituto
de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), las coproducciones
con las grandes cadenas de televisión, las inversiones privadas o los modelos
de crowdfunding, que también se relacionan con las enumeradas anteriormente.
Hoy, en el blog
de Rollyhoo, te contamos cuáles son las formas de financiar una película en España y por qué es tan
disruptivo el modelo propuesto por Rollyhoo.
Distintos modos, un mismo fin
La financiación es obviamente un elemento clave en la
producción de cualquier proyecto cinematográfico y sin ella no se podría
comenzar ninguno. Actualmente el modelo
de financiación de proyectos se construye a través de muchos implicados: una
parte se va armando con pre acuerdos, basados en la cesión de derechos de
explotación del proyecto realizado por la productora, y que esta misma va cerrando
durante el proceso de producción. Si uno de los elementos falla, la producción
corre el riesgo de no estrenarse.
Para comenzar, es
importante diferenciar entre las fuentes de financiación pública y las fuentes
de financiación privada, y dentro de las mismas encontramos las directas e
indirectas.
Dentro de las
ayudas y subvenciones públicas directas encontramos las convocadas anualmente
por el ICAA, que pueden ser tanto
estatales como autonómicas y difieren entre sí. Dentro de la misma
categoría existen las ayudas internacionales para coproducción, festivales,
distribución, exhibición y para producción, que vienen del Fondo Europeo
Euroimages y European Film Production, y son las más utilizadas en el país,
siempre que se trate de una coproducción con otra productora de la UE.
En el caso de las
fuentes de financiación pública indirecta, encontramos la financiación del
Instituto del Crédito Oficial (ICO) y los incentivos o deducciones fiscales.
Los primeros son unos créditos de ámbito público a los que se puede acceder
cumpliendo una serie de requisitos, y están pensados para pequeñas y medianas empresas que
quieren realizar la producción
de una película. En los segundos, el Estado “premia” el hecho de haber
invertido en la industria, y que se articulan a través de una figura asociativa
(AIE).
En último lugar encontramos las inversiones con capital
propio, los acuerdos con distribuidores, con las televisiones y VOD, los productos y operaciones bancarias (a
través del uso de garantías, por ejemplo), el crowdfunding, el product placement (apariciones de
marcas en las narraciones cinematográficas), el merchandising (como el caso de
Star Wars), los pagos diferidos, los facilities deals, los premios, la producción de videojuegos, los derechos
de remakes y otros derivados, como la adaptación a una novela, etc. Pueden
existir múltiples vías, pero se deben elegir las más idóneas y compatibles con
el proyecto.
Rollyhoo, un nuevo player en el
sector
Rollyhoo es la
primera productora de cine participativa en toda España, que permite a empresas
e inversores particulares participar en la financiación de los proyectos
audiovisuales promovidos por la
compañía y conseguir beneficios. De esta forma, se produce una democratización
en las inversiones de un sector al que es sumamente difícil entrar y que siempre
ha estado reservado a grandes capitales, creando una comunidad, diversificando
riesgo y convirtiendo las vías tradicionales de financiación en vías de
recuperación de la inversión realizada, asegurándose de disponer del dinero
para iniciar la producción, ofreciendo deducciones fiscales y llegando al
estreno del proyecto cercano al Breakeven.
El momento de
empezar es ahora, porque nadie puede volver atrás para crear un nuevo comienzo,
pero cualquiera puede comenzar ahora y crear un nuevo final. ¿Estáis listos
para convertiros en productores de cine?